Medellín
Por fin, alguien en el Estado admitió que tenían razón las madres de Medellín que insistían en que La Escombrera, un lugar para tirar basuras, están enterrados centenares de cadáveres de sus hijos asesinados por fuerzas del Estado o aliadas con este.
Quien aceptó que eran ciertas las denuncias es el magistrado de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Gustavo Adolfo Salazar, al referirse al descubrimiento de restos humanos en excavaciones en La Escombrera.
El hallazgo se constituyó en un precedente importante en la historia de la guerra interna y ratifica que La Escombrera, como lo aseguran testigos y los mismos actores armados, el lugar fue aprovechado para esconder cadáveres.
El descubrimiento lo hicieron investigadores de la JEP y de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (Ubpd), que desenterraron restos óseos de 3 de al menos 502 personas que desaparecieron de la Comuna 13.
El caso de La Escombrera evidentemente es emblemático, no solo para Medellín, sino para todo el país.
Durante más de dos décadas, las madres de la Comuna 13, de hijos víctimas de desaparición forzada, habían señalado que era un lugar de inhumación y que allí se realizaron entierros clandestinos por parte principalmente de grupos paramilitares del bloque 'Cacique Nutibara'.
Esta estructura se había asentado en la parte alta y perpetró operaciones en las que posiblemente habría participado el Ejército Nacional.
Según el magistrado Salazar, el hallazgo de restos de al menos dos personas, “lo que ratifica es que las madres tenían razón”.
“La Escombrera fue un lugar de depósito de cuerpos de víctimas de desaparición forzada, y no hay duda de que eso está relacionado con actos delictivos”, dijo. “En términos forenses, lo que viene es el proceso de identificación que tiene tres pasos: el estudio de antropología, el estudio forense y luego el de genética y perfilamiento. Hacemos un llamado a las madres, a los familiares de víctimas de desaparición forzada en la ciudad de Medellín, especialmente en la Comuna 13, a que entreguen sus muestras genéticas para que logremos ensanchar el banco de datos”.
Según Salazar, es muy difícil explicar por qué, durante los 10 años que lleva la primera fase de búsqueda, por parte de la Fiscalía General de la nación (FGN) no se encontró rastro de los desaparecidos.
“En 2015, se señalaron tres sitios posibles de ubicación de cuerpos... Se hizo la prospección de esos polígonos a partir de las indicaciones que habían dado unos miembros del grupo paramilitar. Sin embargo, el mayor problema es que la zona ha sido alterada de manera permanente, tanto por el depósito de escombros como por la extracción de material de construcción, dado que esta zona era de explotación minera, usada por unas empresas relacionadas con el anterior Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), como construcciones El Cóndor. Entonces la alteración continua durante muchos años, la falta de testimonios inicialmente, y de alguna manera la falta de creerle a las madres llevó a que se pausaran demasiado las labores de búsqueda”.
Para algunos investigadores, existe una alta probabilidad de que los cuerpos en La Escombrera sean resultado de la nefasta Operación Orión, llevada a cabo en la Comuna 13, por instrucciones del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez; la ministra de defensa Marta Lucía Ramírez Blanco, el sanguinario general Mario Montoya Uribe, y el apoyo de distintos grupos paramilitares.
La Escombrera es conocida como la mayor fosa a cielo abierto de Colombia.
A pesar de las búsquedas pasadas, donde se encontraron documentos, prendas de vestir, accesorios, dinero o huesos de animales, esta es la primera vez que se logran hallar restos humanos.
Este hallazgo no debería ser nuevo. Las madres, padres, hermanos o familiares de al menos 502 personas, han clamado durante casi dos décadas que se debe barrer con esa zona, que es, donde aseguran que reposan los restos de sus seres queridos.
Las Buscadoras de la Comuna 13, madres de Medellín que 20 años después, conservan la esperanza de encontrar los restos de sus familiares, dijeron: “si nos toca amanecer en La Escombrera, lo vamos a hacer hasta que se recupere el último cuerpo”.
Y añaden: “estos hallazgos podrían haber sido realizados años antes, si desde las autoridades hubiese habido voluntad real de buscar los cuerpos”.
Luz Janeth Forero, directora de la Ubpd, aseguró que los restos pasarán por un proceso en medicina legal para su plena identificación. Posteriormente, se hará la entrega a sus familias, para afianzar el proceso de justicia, reparación a la víctimas y dignificación de la memoria.