
Mientras que por su decisión el mundo avanza poco a poco a una guerra comercial que podría llevar a países a la quiebra, el presidente Donald Trump se dedica a firmar órdenes como la que exige que el agua de las duchas de Estados Unidos salgen mayor cantidad.
Trump decidió "que las duchas de Estados Unidos vuelvan a ser geniales", flexibilizando las normas que restringen el flujo de agua, según afirma la Casa Blanca.