
La democracia más grande de la Tierra, con 970 millones de electores, dejó a India con un gobierno que no esperaba la derrota que lo doblegó en las elecciones de seis semanas.
A sus 73 años, el derechista primer ministro Narendra Modi tendrá que contentarse con los 240 escaños de 543 de la Lok Sabha (Cámara baja) que logró la coalición que lidera, pero muy lejos de los 303 que tenía, y a años luz de los 400 que calculó que ganaría.