
El octogenario José Daniel Ortega Saavedra es en Nicaragua, en mucho, el Iván Duque Márquez de Colombia: el subpresidente. Ni siquiera el vicepresidente.
Ortega hace, porque sí, porque la que manda es ella, lo que su más que septuagenaria mujer, Rosario María Murillo Zambrana, copresidenta de Nicaragua de derecho, presidenta de hecho, una dictadora.