El gobierno socialista venezolano del presidente Nicolás Maduro Moros rompió relaciones diplomáticas con el gobierno derechista paraguayo de Santiago Peña Palacios.
El anuncio lo hizo el canciller Yván Gil, citando como argumento “las declaraciones del presidente de Paraguay”, luego de que el Gobierno paraguayo declaró que reconoce al fugitivo Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.
Gil acusó a Peña de haber “ignorado el derecho internacional y el principio de no intervención de un Estado en los asuntos de otro”, y de haber reincidido en una práctica fracasada “que recuerda las fantasías del extinto Grupo de Lima con su ridícula aventura de (Juan Gerardo Antonio) Guaidó Márquez”. En ese contexto, sostuvo Gil, “la República Bolivariana de Venezuela ha decidido, en ejercicio pleno de su soberanía, romper relaciones diplomáticas con la República del Paraguay y proceder al retiro inmediato de su personal diplomático".
"El Gobierno Bolivariano reitera su compromiso con la defensa de la democracia, la paz y la autodeterminación de los pueblos, principios esenciales de la Carta de las Naciones Unidas (ONU), y reafirma que ninguna bufonada instruida desde el fascismo internacional logrará doblegar la voluntad de un pueblo firme en la construcción de su propio destino", finaliza el comunicado.
A través de un comunicado, el gobierno de la República del Paraguay informó que reconocía a Edmundo González "como presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela" y con el derecho "de asumir la dirección de su nación el próximo 10 de enero".
Además, ratificó su "contundente apoyo" al "derecho del pueblo venezolano de vivir en democracia" y ordenó la salida del cuerpo diplomático acreditado en el país.
"Exige al Embajador Ricardo Capella y al personal diplomático acreditado en Paraguay, que abandonen el país en las próximas 48 horas", finaliza el documento.
Peña es admirador del exdictador paraguayo Alfredo Stroessner, un militar que se hizo al poder y lo mantuvo con sangrienta mano férrea durante 35 años, hasta 1989, y del expresidente Horacio Cartes, acusado reiteradamentre de narcotráfico y vinculado por delincuentes colombianos con el asesinato en 2022, en Cartagena, Colombia, del Fiscal General de Paraguay, Marcelo Pecci.