Por Dr. Polito
¿Será que sí, en verdad, el ecuatoriano Simón Quishpe, de Loja, tiene una imagen desfavorable delpresidente colombiano Gustavo Petro?
¿Quishpe sabrá quién es Petro? En serio, ¿le habrán consultado sobre el asunto los encuestadores de CB Consultoría Opinión Pública?
¡Mamola! Claro que no. Nunca. Jamás.
Como en el departamento de Ancash tampoco le han preguntado lo mismo al peruano Tadeo Huarac.
Apuesto a que no tiene seguridad de quién es Dina Ercilia Boluarte Zegarra, presidenta de su país.
Sin embargo, los responsables de la encuestadora se llenan la jeta diciendo que, en Suramaérica, la imagen favorable de Petro es la cuarta más baja de los presidentes del área.
Pocas dudas quedan —pero quedan— de que los resultados de la encuesta así lo muestran.
Pero, ¿a quiénes consultaron?
La respuesta es simple, porque es la misma siempre.
En Colombia, a los empresarios, a los ricos, a quienes tienen tiempo para responder babosadas en el celular, a la gente de las grandes ciudades…
Ellos tienen y siempre han tenido una opinión desfavorable de cualquier cosa que huela a izquierda política, a progresismo, a apertura, a democracia real, en fin, a todo aquello que pregona y defiende Petro.
Sería interesante conocer las hipotéticas respuestas del sucreño Rafael Ledesma, de Caimito, sobre la opinión que le merece el presidente Santiago Peña, de Paraguay.
—¿Quién coño es ese man?, repreguntaría, con toda razón.
Pero si le preguntaran por Petro, sin duda opinaría y quizás diría que está haciendo las cosas bien, porque les está entregando tierra a los campesinos sin ella, en busca de solucionar el principal problema colombiano: la desigualdad.
Pero, no. Ni a los Ledesmas ni a los Pataquivas ni a los Rosero les preguntan. Ellos no cuentan ni para las encuestas ni para nada.
Solo vale la opinión de quienes frecuentan los clubes sociales, de quienes tienen algún tipo de poder en las empresas, a los accionistas de industrias, en fin, a los que tienen la misma opinión desde hace años: Petro es un terrorista que les está entregando parte del país a las guerrillas, y lo que sobre, si sobra en ese caos que es su gobierno, será como Venezuela.
De manera que, los resultados de esa y todas las encuestas que los medios tradicionales publican con todo el bombo posible, no son más que medias verdades. Y se sabe que toda media verdad es una mentira entera y grande.
Pero, aceptando que la encuesta es fiel reflejo de la realidad, ¿será que a Petro, o a los colombianos, nos trasnochará lo que opinen en otros países de la imagen del presidente colombiano?
No rotundo.
Así que, un consejo para los responsables de diarios, los tevecanales, las radios y las revistas financiadas por la gran industria: tomen los papeles de esa y otras encuestas, hagan un rollo… y hagan con él lo que saben hacer.
Aunque les cause mucho placer. No nos importa.