La inseguridad, pero, en especial la violencia, no se pueden negar en Colombia.
Pero tampoco son de las dimensiones que algunos sectores políticos se han esmerado en magnificar.
El balance que entregó el lunes en la noche el presidente Gustavo Petro en su alocución semanal, desvirtúa la imagen creada en torno de estos fenómenos.
“No hay caos de violencia en este Gobierno”, afirmó, y admitió que aunque no ha podido disminuir las cifras de homicidios del gobierno pasado, tampoco han aumentado.
Además, según señaló, las proyecciones del Gobierno indican que este año registrará la tasa más baja de homicidios en décadas.
“Hay una vuelta a la violencia, por el incumplimiento del acuerdo Farc-Santos”, sostuvo, pero aclaró que “nosotros no hemos aumentado de ese nivel la tasa de homicidios”.
“No me gusta, pero hemos quedado en los niveles que dejó Duque”, agregó. “Hay una leve tendencia a disminuir, pero es muy leve como para sentirnos victoriosos”.
Sin embargo, aclaró que “no hay caos de violencia en este Gobierno, eso es mentira política y mediática… Simplemente, no hemos podido bajar los niveles de Duque".
Para argumentar sus afirmaciones, mostró cuadros que señalan la evolución de los homicidios en los últimos 35 años, y reiteró que según las proyecciones, para 2025 se tendría la tasa de homicidios más baja en décadas, solo comparable al año después de la firma del acuerdo de paz entre las guerrillas de las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos.
"Hay una proyección para 2025”, dijo, y advirtió que “toda proyección puede ser engañosa: es simplemente una proyección”.
Pero esa proyección indica que durante 2025, las estadísticas solo reversarían a la época posterior al acuerdo de paz de Santos.
“Estaríamos casi a ese nivel, eso es buena noticia, pero no para llenarse de júbilo", advirtió.
Según el ministerio de Defensa, este año han ocurrido 4.296 homicidios, mientras el año pasado fueron 13.496, con una tasa de 25,6 por cada 100.000 habitantes.
"El balance general es que hemos sido exitosos como sociedad", afirmó.
Admitió, sin embargo, que las políticas públicas podrían no estar en consonancia con las dinámicas actuales de violencia.
“Cambian las causas en el tiempo y la violencia cambia en su estructura y sus fundamentos, y detectar esos cambios, conocerlos, es clave para la política eficaz de seguridad, pues permite predecir situaciones”, sostuvo.
Dijo que su experiencia en estos dos años y medio de mandato le han mostrado que la paz debe ir de la mano de la acción decidida de la Fuerza Pública para combatir distintos tipos de criminalidades.
"La posibilidad de hacer la paz, porque es mejor ahorrar muertos, pero también la acción decidida del Estado contra las formas de criminalidad diversas, deben estar juntas”, indicó. “El Estado no se debe guardar mientras se habla de paz".
Según otro cuadro, el asesinato mediante el uso de sicarios es la mayor causa de muertes en el país en ese periodo, debido a la economía ilícita, que se ha convertido en la gran promotora de la violencia mortal en Colombia.
En ese sentido, insistió en que debe haber un cambio de enfoque en la lucha contra las drogas, pues la política de la guerra contra ellas se ha perdido en el mundo, “porque estuvo mal planteada la estrategia de una guerra militar contra el narcotráfico. Era otra la estrategia. Esto ha pasado en toda América Latina".