Mientras medios y comentaristas colombianos auguraban un fracaso, el presidente Gustavo Petro obtuvo un resonante triunfo al lograr la elección de su embajadora en Austria, Laura Gabriela Gil Savastano, como secretaria adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Es la primera vez que una mujer alcanza uno de los dos más altos cargos de la organización hemisférica en sus más de 70 años de historia.
Con 19 votos, Gil superó en la segunda ronda de votación a otras dos candidatas: la peruana Ana María Sánchez y la guatemalteca Claudia Escobar.
En el momento en el que se anunció el voto número 17 para ella, que confirmaba su nombramiento, el imponente salón de la sede washingtoniana de la OEA prorrumpió en un largo aplauso.
La nueva número dos de la organización ha contado con el respaldo de países como Brasil, México, Chile y parte del bloque caribe. A Sánchez, que obtuvo 13 votos, tenía el apoyo de Argentina y Paraguay, entre otros países.
Gil, hasta ahora embajadora en Austria y representante permanente ante la ONU en Viena, reemplazará en el puesto a Néstor Méndez, de Belize, que dejará el cargo de secretario general adjunto el próximo 16 de junio.
El mandato de Gil estará vigente hasta 2030; ella desempeñará sus funciones bajo el mandato de Albert Ramdin, de Trinidad y Tobago, elegido secretario general en marzo en sustitución del muy cuestionado uruguayo Luis Almagro.
La selección de la embajadora colombiana llega en un momento delicado para el futuro de la institución interamericana, entre temores de que Estados Unidos, el socio que entrega una mayor contribución a los fondos de la OEA, pueda recortar sus aportaciones, en línea con los drásticos recortes que lleva a cabo en el gasto del gobierno federal y a su ayuda exterior.
Otros desafíos serán los flujos migratorios en el continente, la situación en Venezuela y la crisis en Haití.
El nombramiento de Gil es un “hito histórico”, según la canciller colombiana Laura Camila Sarabia Torres.
Sarabia se había desplazado a Washington para apoyar la candidatura de la embajadora que ha descrito como su “amiga” y “mentora”.
“Su invitación es a dialogar y buscar salidas a un contexto político global cada vez más incierto”, ha declarado, visiblemente orgullosa, la jefa de la diplomacia colombiana.
Según la Cancillería colombiana, el resultado de la votación “reconoce una trayectoria ejemplar al servicio de la democracia, los derechos humanos y la integración regional”.
“Su elección es también un reconocimiento a su capacidad de diálogo, su visión integradora y su firme apuesta por una OEA eficiente, transparente e inclusiva”, dijo la Cancillería, que asegura que Gil colaborará con Ramdin para reforzar “los pilares fundamentales de la OEA -democracia, derechos humanos, seguridad multidimensional y desarrollo integral- con una gestión orientada a los resultados, la rendición de cuentas y el fortalecimiento institucional.
La diplomática ha sido vicecanciller para Asuntos Multilaterales del Gobierno de Gustavo Petro, consultora para organismos multilaterales y observadora electoral en más de una docena de misiones internacionales. Académica de carrera y una de las internacionalistas más conocidas de Colombia, fue visible defensora del Acuerdo de Paz con la extinta guerrilla de las FARC.
En la presentación de su candidatura ante el Consejo Permanente de la OEA, Gil había declarado que “La democracia es uno de los pilares de esta organización y nuestra Carta Democrática comienza por señalarla como un derecho de nuestros pueblos, estableciendo la obligación de nuestros Estados de promoverla, defenderla, respetarla. Y la esencia de las democracias es la alternancia. Y con las alternancias vienen cambios, y las políticas exteriores nacionales cambian de énfasis".
Mientras medios y comentaristas colombianos auguraban un fracaso, el presidente Gustavo Petro obtuvo un resonante triunfo al lograr la elección de su embajadora en Austria, Laura Gabriela Gil Savastano, como secretaria adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Es la primera vez que una mujer alcanza uno de los dos más altos cargos de la organización hemisférica en sus más de 70 años de historia.
Con 19 votos, Gil superó en la segunda ronda de votación a otras dos candidatas: la peruana Ana María Sánchez y la guatemalteca Claudia Escobar.
En el momento en el que se anunció el voto número 17 para ella, que confirmaba su nombramiento, el imponente salón de la sede washingtoniana de la OEA prorrumpió en un largo aplauso.
La nueva número dos de la organización ha contado con el respaldo de países como Brasil, México, Chile y parte del bloque caribe. A Sánchez, que obtuvo 13 votos, tenía el apoyo de Argentina y Paraguay, entre otros países.
Gil, hasta ahora embajadora en Austria y representante permanente ante la ONU en Viena, reemplazará en el puesto a Néstor Méndez, de Belize, que dejará el cargo de secretario general adjunto el próximo 16 de junio.
El mandato de Gil estará vigente hasta 2030; ella desempeñará sus funciones bajo el mandato de Albert Ramdin, de Trinidad y Tobago, elegido secretario general en marzo en sustitución del muy cuestionado uruguayo Luis Almagro.
La selección de la embajadora colombiana llega en un momento delicado para el futuro de la institución interamericana, entre temores de que Estados Unidos, el socio que entrega una mayor contribución a los fondos de la OEA, pueda recortar sus aportaciones, en línea con los drásticos recortes que lleva a cabo en el gasto del gobierno federal y a su ayuda exterior.
Otros desafíos serán los flujos migratorios en el continente, la situación en Venezuela y la crisis en Haití.
El nombramiento de Gil es un “hito histórico”, según la canciller colombiana Laura Camila Sarabia Torres.
Sarabia se había desplazado a Washington para apoyar la candidatura de la embajadora que ha descrito como su “amiga” y “mentora”.
“Su invitación es a dialogar y buscar salidas a un contexto político global cada vez más incierto”, ha declarado, visiblemente orgullosa, la jefa de la diplomacia colombiana.
Según la Cancillería colombiana, el resultado de la votación “reconoce una trayectoria ejemplar al servicio de la democracia, los derechos humanos y la integración regional”.
“Su elección es también un reconocimiento a su capacidad de diálogo, su visión integradora y su firme apuesta por una OEA eficiente, transparente e inclusiva”, dijo la Cancillería, que asegura que Gil colaborará con Ramdin para reforzar “los pilares fundamentales de la OEA -democracia, derechos humanos, seguridad multidimensional y desarrollo integral- con una gestión orientada a los resultados, la rendición de cuentas y el fortalecimiento institucional.
La diplomática ha sido vicecanciller para Asuntos Multilaterales del Gobierno de Gustavo Petro, consultora para organismos multilaterales y observadora electoral en más de una docena de misiones internacionales. Académica de carrera y una de las internacionalistas más conocidas de Colombia, fue visible defensora del Acuerdo de Paz con la extinta guerrilla de las FARC.
En la presentación de su candidatura ante el Consejo Permanente de la OEA, Gil había declarado que “La democracia es uno de los pilares de esta organización y nuestra Carta Democrática comienza por señalarla como un derecho de nuestros pueblos, estableciendo la obligación de nuestros Estados de promoverla, defenderla, respetarla. Y la esencia de las democracias es la alternancia. Y con las alternancias vienen cambios, y las políticas exteriores nacionales cambian de énfasis".