La justicia colombiana le demostró en primera instancia al excandidato presidencial Rodolfo Hernández Suárez que, como la mayoría de políticos tradicionales de Colombia, es un absoluto corrupto, y un delincuente, y lo condenó 64 meses de prisión, por celebración indebida de contratos en favor de su hijo y de una empresa determinada.

Tambien lo despojó de derechos políticos, como el de ser funcionario público.

Con descaro, con ese antecedente y sin ninguna vergüenza, Hernández se lanzó por la presidencia de Colombia, en una campaña durante la cual, para disimular, en sus discursos siempre dijo estar contra los corruptos.

Con el respaldo de la derecha, pero, en especial de la ultraderecha encabezada por el Centro Democrático de Álvaro Uribe Vélez y la larga fila de corruptos de ese partido y de otros como  el Conservador, el de La U y Cambio Radical, el corrupto Hernández estuvo a punto de ser presidente. Perdió por solo 700,601 votos.

En casi todos sus discursos de campaña, prometió que, de ganar la presidencia, combatiría sin freno a los corruptos. Ahora se sabe que él era uno de ellos

Pero, este 13 de junio, el Juez 10 Penal del Circuito de Bucaramanga con Función de Conocimiento, decretó que Hernández es un muerto político y un condenado a prisión que, aunque sea de carácter domiciliario, es prisión.

El caso tiene que ver con las influencias que el atrabiliario  Hernández, como alcalde de Bucaramanga (2016-2019), interpuso para que un contrato para el tratamiento de basuras le fuera entregado a la firma Vitalogic, en la que su hijo, Luis Carlos, tiene intereses.

En una ocasión, amenazó a un cliente de su empresa constructora: “hijueputa, le pego su tiro malparido”.

El escándalo surgió cuando el hijo de Hernández acordó un contrato de corretaje con Luis Andelfo Trujillo y Jorge Hernán Alarcón, quienes fueron asesores de la Empresa de Aseo de Bucaramanga (Emab), para que Vitalogic fuera la que se destacara, a fin de que le adjudicaran un contrato cercano a los 250 millones de dólares.

Para el corrupto exalcalde, su hijo cometió una 'indelicadeza' al intentar persuadir para que la empresa Vitalogic fuera la que se quedara con ese millonario contrato, pero esto no frenó las investigaciones.

Hace dos meses, el juez habi2a condenado al excandidato presidencial, porque había pruebas contundentes que darían cuenta de que Hernández y su hijo estaban interesados en beneficiar a un contratista. 

En la audiencia de la lectura de la sentencia, se conoció la condena que se le dictó al ingeniero, es la mínima, es decir, de 64 meses de prisión. 

Por su edad y por la enfermedad de cáncer terminal, el excandidato presidencial tendrá prisión domiciliaria. 

Esta medida solo será aplicable una vez la decisión quede en firme. Es decir, cuando se agoten todos los recursos de ley. 

Por su parte, las defensa del exalcalde dijo que apelar.

El juez dio a conocer en la audiencia de marzo que existen elementos de prueba, principalmente el testimonio de José Manuel Barrera, exgerente de la Empresa de Aseo (Emab) y otras evidencias de que Hernández habría tenido intereses en favorecer un contratista.

Estas serían las pruebas, según el juez: "Se supo de varias reuniones en donde se habló de la tecnología de Vitalogic.