Dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, el poder real lo tiene una mafia de corruptos que, hasta ahora, logra que no haya claridad en torno de la impresión de pasaportes.
De ello habló el presidente, Gustavo Petro, en coincidencia con palabras de la dimitente canciller, Laura Camila Sarabia Torres, en el sentido de que la Imprenta Nacional no está en capacidad de producir el documento que imprimía Thomas Greg & Son.
“Thomas Gregg & Son decidió ganarse el contrato con trampa a través de un pliego de condiciones sastre, que funcionarios corruptos de cancillería permitieron”, sostuvo Petro. “Le hice el reclamo a Leyva a tiempo y no quiso reaccionar”.
“Siempre, funcionarios corruptos de cancillería han tratado de burlarse del presidente para imponer los intereses particulares de Thomas Gregg”, escribió el mandatario en su uenta de la red social X. “La táctica es dejar pasar los tiempos de la nueva contratación, para, contra la pared, obligar a la prórroga de su contrato”.
En su mensaje, Petro hizo alusión al “hijo del hidalgo”, una referencia que podría apuntar a Jorge Leyva Valenzuela, hijo del ex canciller, a quien Petro ha criticado en otras ocasiones por su presunta participación en reuniones con interesados en quedarse con el negocio de los pasaportes.
“Lástima que el hijo del hidalgo se haya metido en el negocio; hay otros poderosos detrás del contrato”, dijo Petro.
Las afirmaciones del presidente se dan en medio de una nueva crisis en el Gobierno, tras la renuncia de la canciller Laura Sarabia, quien dejó el cargo esta semana luego de ser desautorizada por el jefe de despacho, Alfredo Saade.
La tensión surgió luego de que Sarabia declaró la urgencia manifiesta en el proceso y alistara una tercera prórroga del contrato. Con su salida, ya son tres los cancilleres que han caído en el gobierno Petro, por esta controversia.
Petro fue más allá al señalar que Thomas Greg & Son concentra “peligrosamente los datos de los colombianos y, en particular, los datos electorales”.
“El contrato de Thomas Greg está muy ligado al poder, porque se trata de una empresa que concentra peligrosamente los datos en general de los colombianos y en particular los datos electorales”, afirmó Petro. “Aquí, la Superintendencia de Industria y Comercio debe actuar con prontitud”.
“Como lo dije en 2018, a Thomas Greg se le denunció por tener registradurías paralelas que podían modificar datos electorales”, señaló el presidente.
Desde 2023, el Gobierno ha intentado reemplazar a Thomas Greg & Son en la impresión de pasaportes, pero el proceso ha estado marcado por líos jurídicos, demandas, y decisiones revocadas desde dentro de la Cancillería.
La controversia comenzó en mayo de ese año, cuando siete empresas se retiraron de una licitación de la Cancillería, argumentando que estaba amañada a favor de Thomas Greg & Son, firma que produce los pasaportes desde 2007. Denunciaron requisitos excluyentes que solo la multinacional podía cumplir.
El entonces canciller Álvaro Leyva Durán suspendió el proceso, y en septiembre lo declaró desierto, invocando luego una urgencia manifiesta para contratar directamente a Thomas Greg & Son y así garantizar la continuidad del servicio.
Sin embargo, en diciembre, la empresa demandó al Estado por 117.000 millones de pesos al considerar injusta la cancelación del proceso, pero retiró la demanda en enero de 2025.
En septiembre de 2024, el canciller Luis Gilberto Murillo prorrogó el contrato hasta agosto de 2025, y anunció que desde septiembre de ese año, la Casa de la Moneda de Portugal fabricaría los pasaportes en Colombia y luego transferiría esa labor a la Imprenta Nacional.
Sin embargo, a tres meses del cambio previsto, no hay contrato firmado con Portugal y la Imprenta Nacional al parecer no tiene capacidad operativa para asumir la producción.