Fue un discurso revelador que debe tener pensando largo a todos los políticos.
Al menos, a los que consideran que aún es posible rescatar a Colombia de las manos de la mafia.
Desde luego, hay políticos que no solo han permitido que la mafia se apodere del Estado, sino que se oponen al rescate.
Por eso, en su enérgico y desolador discurso desde Quibdó, el presidente Gustavo Petro no solo advirtió que el problema de la dificultad de gobernar no radica en que haya partidos políticos con ideas opuestas a las del Gobierno, sino en que algunas instituciones se han entregado a la mafia.
“Las dificultades de este gobierno para avanzar no vienen de que otra gente es de la U, o es conservadora o es liberal o es uribista, no. Ese es un error de percepción”, explicó Petro. “El problema está en quién dirige el país, está en instituciones que se han entregado a la mafia”.
Y agregó: “Y ya dirán, ¿y cuáles? Dígalo, denuncie, presidente. Pues todos lo sabemos, no es la propia institucionalidad, porque una institución es una abstracción, no es concreta. Las instituciones son personas, los que permiten que el oro vaya hasta Antioquia y no pague sus impuestos aquí (en el Pacífico, de donde lo extraen)”.
Luego aclaró que “la gente es la misma gente, tenga el corazón en la izquierda o lo tenga en la derecha. Son las mismas necesidades. Gaitán lo decía: el hambre no es ni liberal ni conservadora”.
Advirtió sobre lo que puede ocurrir en 2026, cuando habrá elección presidencial y recordó que cuando desarrollaba su campaña decía alguien “cuiden el 2022”. Ahora, añadió, me toca a mí decir: cuidemos el 2026”, cuando su tarea de Gobierno y sus políticas podrían ser borradas si la izquierda es derrotada.
Para evitarlo, “hermanos, aquí no hay que devolverle el poder a la oligarquía colombiana”, afirmó el presidente.
Pero advirtió que lograr los cambios que ha propuesto y puesto en marcha, “necesitamos años”.
Aquí hay que volver a pelear y hay que volver a triunfar: el 2026 tiene que ser como el 2022”, dijo. “Me toca a mí decir, cuidemos el 2026, porque aquí cambió Colombia”, aseguró.
Se refirió, además, a la manera como desde las redes digitales crecen las voces que invitan a tumbarlo.
“Claro que yo sé de las luchas, los voceros que salen de vez en cuando hablando de tumbar al presidente. Sé por qué quieren tumbarlo… ‘Este año lo tumbamos’, dicen en las redes”.
“Ellos eran los que, dentro del Estado y con las armas, masacraban a los jóvenes y permitían que las mafias se quedaran con el territorio, y saben que este gobierno no lo permite”, explicó.
Y agregó que “ellos saben que la única manera para continuar los negociados de la corrupción es sacando al presidente… Eso es lo que se está discutiendo en Colombia, y, la verdad, no tenemos muchos medios que nos defiendan. Se mueven más al lado de ellos, se trasladan más a la vocería de ellos”.