El presiente electo de Estados Unidos ya anunció sus primeras acciones militares: despojar a Panamá de su canal, quitarle Groenlandia a Dinamarca, y anexarse Canadá.
Los anuncios los formuló en una caótica rueda de prensa en la que, además, afirmó cuatro veces que desatará “un infierno en Medio Oriente” si antes del día de su posesión Hamás no libera a rehenes que se llevó de Israel.
Trump dijo que no descartaría el uso de la coerción militar o económica para obligar a Panamá a que renuncie a controlar el canal que Estados Unidos construyó hace más de un siglo y para obligar a Dinamarca a vender Groenlandia a Estados Unidos.
Reafirmó el uso de la fuerza militar para recuperar el canal de Panamá, que fue devuelto a ese país por tratado a finales de la década de 1990, y para controlar Groenlandia, que Trump dijo que era necesaria para la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Si (los rehenes) no están de vuelta cuando yo asuma el cargo, se va a desatar el infierno en Medio Oriente”, dijo. “No será bueno para Hamás ni, francamente, para nadie. Se desatará el infierno. No tengo que decir más, pero así son las cosas”.
Según el diario The New York Times, Trump no dio más detalles durante la conferencia de prensa, “en la que expresó un revoltijo de agravios, quejas y afirmaciones falsas, desde la retirada de Afganistán en 2021 hasta las perforaciones en alta mar, pasando por las causas penales abiertas contra él y la magnitud de su victoria electoral”.
“Puede que haya que hacer algo”, dijo respecto de sus planes para Panamá yu Groenlandia.
También sugirió cambiar el nombre del Golfo de México, por el de Golfo de América, entendiendo por América a Estados Unidos.
Trump convocó a los periodistas para dar a conocer un anuncio de desarrollo económico, pero derivó en una arremetida contra el presidente Joe Biden por prohibir las perforaciones petrolíferas en algunas aguas.
Además, dijo que el fiscal especial que lo investigó está “trastornado” y arremetió contra el juez de Nueva York que supervisa una causa penal contra él.
“Es un grupo de gente enferma, y todo fue para influir en las elecciones”, dijo. “Todo fue una lucha contra su oponente político. Nunca hemos tenido eso en este país. Lo hemos tenido en algunos países. Lo hemos tenido en países de tercer nivel”.
Antes de responder preguntas, Trump habló largamente sin enfocarse en un solo tema y despotricó contra el interés de Biden por los coches eléctricos, diciendo: “No sé qué pasa con los eléctricos. A este tipo le encanta lo eléctrico”.
Habló sobre política exterior, criticando la gestión de Biden de la guerra en Ucrania, la retirada de Afganistán y el conflicto en Israel y repitió su amenaza de no proteger a los aliados de la Otan, parte fundacional del pacto, si no aumentaban la cantidad de dinero que destinan a la defensa de sus propios países.
También criticó a Canadá, diciendo que el país debería ser parte de Estados Unidos debido al apoyo económico que Estados Unidos le presta. Dijo que no utilizaría el poder militar para conseguirlo, pero afirmó que utilizaría el poder económico para presionar al vecino estadounidense.
“¿Por qué estamos apoyando a un país, más de 200 millones al año?”, dijo a los periodistas. “Nuestro ejército está a su disposición, todas estas otras cosas. Deberían ser un estado. Eso es lo que le dije a Trudeau cuando vino”.
Trump amenazó con utilizar la “fuerza económica” para unir a Canadá y Estados Unidos, dando a entender que Estados Unidos reduciría sus compras de productos canadienses.
También dijo que “impondría aranceles muy elevados a Dinamarca” si no cedía Groenlandia a Estados Unidos.