El Gobierno del presidente Gustavo Petro llamó a su embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Armando Alberto Benedetti Villaneda, para que explique lo ocurrido en un hotel de Madrid con su esposa, Adelina Guerrero Covo.
Según fuentes oficiales españolad, Benedetti agredió verbalmente a su esposa, en un episodio en el que pudo llegar la agresión física, gracias a la intervención de testigos, que la evitaron.
Benedetti es, tal vez, el personaje más controvertido de la política colombiana, y está vinculado a investigaciones penales relacionadas con manejos oscuros que pudo haber con dineros de la campaña presidencial del actual Gobierno.
De acuerdo con la Cancillería colombiana, el embajador Benedetti debe regresar al menor término posible para que dé sus descargos frente a los hechos de supuestas agresiones físicas a su esposa.
La Cancillería dijo que “ha activado los mecanismos oficiales para conocer lo sucedido e iniciar el protocolo correspondiente. Este caso está en conocimiento de nuestra oficina de control interno disciplinario, y cuando tengamos resultados actuaremos conforme a la ley”.
“Este caso está en conocimiento de nuestra oficina de control interno disciplinario, y cuando tengamos resultados actuaremos conforme a la ley”, señaló la Cancillería.
Fuentes de prensa, basadas en informes policiales, dijeron que Benedetti alcanzó a amenazar con un cuchillo, con el que, al parecer, rompió algunas prendas de Guerrero.
El hecho fue denunciado por la mujer, ante la Policía, como un episodio de violencia de género.
Según Benedetti, él y su esposa adelantan un proceso de divorcio, y que los detalles son de la esfera privada y familiar.
La Policía no intervino más allá de recibir la denuncia de Guerrero y de acudir al sitio de los hechos, debido a la inmunidad de la que Benedetti está revestido, por su calidad de diplomático.
Además, cuando la Policía llegó a la habitación del hotel donde estaba la pareja, Benedetti no estaba cometiendo el supuesto delito de manera flagrante.
En su cuenta de la red social X, Benedetti, dijo que las versiones publicadas no se ajustan a lo ocurrido.
"Lo que se ha dicho sobre una supuesta agresión NO es cierto y NO se ajusta al hecho en España. La verdad se demostrará en el tribunal español", dijo el embajador, y agregó que “la verdad se demostrará en el tribunal español”.
En relación con Guerrero, llama la atención que ha hecho referencias, en abstracto, al hecho de que “tener una credencial o alto cargo no te da el derecho de humillar y utilizar la violencia” y compartió la descripción de “qué es un sociópata”.
El pasado 16 de julio mencionó que “entre más poder, más responsabilidad y ejemplo". Guerrero escribió que “tener una credencial o alto cargo no te da el derecho de humillar y utilizar la violencia”. Y añadió “que esta es la generación de los poderosos de cristal, del usted no sabe quién soy yo. Si representas a un país hazlo con decoro y dignidad”.
Y el 21 de julio, la esposa del embajador Benedetti compartió una imagen en la cual se describe qué es un sociópata: “Se define como una persona que presenta un trastorno de personalidad antisocial, caracterizado por patrones persistentes de comportamiento manipulador, falta de empatía y desprecio hacia las normas sociales y legales”.
Y agregó que los sociópatas “suelen mostrar una incapacidad para sentir remordimientos por sus acciones, incluso cuando dichas acciones causan daño a sí mismos o a otros. Los sociópatas pueden exhibir una habilidad extraordinaria para ocultar sus verdaderas intenciones, manipular a los demás con fines personales y violar consistentemente las normas sociales sin experimentar culpabilidad”.