Mientras que por su decisión el mundo avanza poco a poco a una guerra comercial que podría llevar a países a la quiebra, el presidente Donald Trump se dedica a firmar órdenes como la que exige que el agua de las duchas de Estados Unidos salgen mayor cantidad.
Trump decidió "que las duchas de Estados Unidos vuelvan a ser geniales", flexibilizando las normas que restringen el flujo de agua, según afirma la Casa Blanca.
Así, ordenó al secretario de Energía que derogue un cambio introducido por Barack Obama que impedía que las duchas con múltiples boquillas descargaran más de 10 litros de agua por minuto en total.
Esto contribuyó a "una agenda verde radical que empeoró la vida de los estadounidenses", declaró la Casa Blanca, mientras Trump criticaba la "ridícula" cantidad de tiempo que, según él, le toma mojarse el cabello en la ducha.
Grupos de consumidores y conservacionistas han argumentado anteriormente que cambiar las normas es un desperdicio y es innecesario.
Según el Proyecto de Concienciación sobre Estándares de Electrodomésticos, que publicó una hoja informativa en 2024, los estándares de eficiencia energética establecidos en EE. UU. hace más de tres décadas "reducen el desperdicio de agua... ahorran dinero a los consumidores en sus facturas de agua y energía y ayudan a proteger el medio ambiente".
Según una ley energética de 1992, los cabezales de ducha en EE. UU. no pueden producir más de 9,5 litros de agua por minuto.
Obama introdujo una redefinición, como parte de un Programa de Conservación de Energía, que implicaba que, para las duchas con múltiples boquillas, la restricción se aplicara a nivel general en lugar de a cada boquilla.
Al final del primer mandato de Trump, en 2020, se aprobó permitir que cada boquilla produjera hasta 9,5 litros por minuto.
Pero cuando Joe Biden lo sucedió como presidente, lo detuvo.
La administración actual ha calificado sus esfuerzos como una "guerra contra la presión del agua", afirmando que los estadounidenses "pagan por su propia agua y deberían tener la libertad de elegir sus cabezales de ducha sin intromisión federal". Trump ahora quiere volver al significado directo de "cabezal de ducha" de la ley de 1992.
Según la hoja informativa de la Casa Blanca: "La orden libera a los estadounidenses de las regulaciones excesivas que convirtieron un artículo básico del hogar en una pesadilla burocrática.
"Los cabezales de ducha ya no serán frágiles ni inútiles".
La orden establece que el cambio entrará en vigor 30 días después de que el secretario de Energía publique un aviso que deroga la definición.
Al firmar la orden, Trump dijo que era "ridículo" tener que estar bajo el agua durante 15 minutos para que su "hermoso" cabello se moje, haciéndose eco de comentarios que hizo durante 2020.
En ese momento, también se quejó de que no salía agua de los cabezales de la ducha, afirmando que su cabello "tiene que estar perfecto".