La canciller, Laura Camila Sarabia Torres, 31, madrugó este jueves a usar su pasaporte de salida del Gobierno de Gustavo Petro, y renunció al cargo que ocupó solo durante cinco meses.
La renuncia se dio luego de una reunión con Petro en torno de la decisión del Gobierno de contratar con Portugal la elaboración de los pasaportes colombianos, en contravía de la la opinión de Sarabia.
La crisis comenzó a gestarse cuando el pastor Alfredo Saade, recién nombrado jefe del gabinete de ministros, sostuvo que la firma del acuerdo de asesoría para la fabricación de pasaportes con la Casa de la Moneda de Portugal, para que la Imprenta Nacional asuma dicha tarea, era cuestión de horas.
Según la Cancillería, la imprenta no está preparada para dicha labor y es necesario declarar una nueva emergencia manifiesta para que la controvertida firma privada Thomas Greg & Sons asuma la fabricación del documento por 10 meses más.
En torno de los pasaportes hay dos posiciones que quedaron en evidencia en reciente Consejo de Ministros.
Una, la del presidente: “No va a seguir Thomas Greg & Son, porque la licitación que estaban haciendo en Cancillería era fraudulenta. Yo no voy a admitir que, por urgencias, prorroguen el contrato de Thomas & Greg en la Cancillería”.
La otra, la expresó días antes Sarabia, cuando planteó que era necesario invocar una urgencia manifiesta para celebrar un contrato con Greg & Son, debido a que aún no se tenía la infraestructura para que la imprenta asumiera la fabricación de los pasaportes.
Según allegados a Sarabia, el propio presidente Petro dio vía libre a la nueva urgencia manifiesta y que incluso la posición presidencial hacía referencia a que solo se iba a permitir una extensión más, propuesta en septiembre, y por 10 meses más.
Esto implicaría que solo hasta finales del gobierno Petro se estaría celebrando oficialmente el convenio con la Imprenta Nacional, apoyada por la Casa de la Moneda de Portugal.
No obstante, ante periodistas, Saade sugirió que había molestia en la Casa de Nariño con Sarabia, por lo cual la desautorizaron frente a su decisión de prolongar la urgencia manifiesta.
"La Cancillería ha recurrido a dos declaratorias de urgencia manifiestas, pero no han tomado las acciones necesarias para pensar en lo que iba a suceder el 31 de agosto de este año”, dijo Saade. “Lo que les correspondía hacer era preparar a la Imprenta Nacional para poder recibir el 1 de septiembre todo el proceso de los pasaportes (…) Ahora vamos a enseñarle a Colombia lo que es un pasaporte para que no entren en pánico los medios de comunicación. Están intentando crear pánico.
Y agregó: "En lugar de estructurar una solución alternativa, la Cancillería vuelve a presentar como solución una tercera urgencia por el término de 10 meses, tratando de perpetuar la contratación con el mismo proveedor, sin abrir la competencia".
Saade fue claro en que se procederá con el convenio con los portugueses y no se seguirá prorrogando la urgencias manifiestas.
"Como jefe de despacho me permito despejar las dudas...será una transición sana y tranquila sobre el tema de los pasaportes", dijo, e indicó que la orden es del presidente Petro.
Saade comentó que habló con Sarabia y que le confirmó que cumplía un mandato presidencial.
"Ya comenzó la narrativa de que nos vamos a quedar sin pasaportes, no lo crean", dijo Saade, y sostuvo que si el país se queda sin libretas de pasaportes, sería culpa de la empresa que actualmente los elabora.
Tras estos hechos, el único camino que le quedó a Sarabia fue renunciar y salir del gobierno.
Estuvo en este durante tres años y llegó a ocupar la jefatura de despacho, la dirección del Departamento de Prosperidad Social (DPS), la dirección del Dapre y ahora último la Cancillería.
El excanciller Luis Gilberto Murillo ha dicho en distintas ocasiones que había dejado todos los procesos adelantados para que este 1 de septiembre se asumiera la tarea por parte de la Imprenta.
Ministerio del Interior, cartera de la que depende la Imprenta, dijo que aún no se ha avanzado mucho en la alianza de fabricación de pasaportes con Portugal, debido a que no se ha celebrado el convenio interadministrativo entre Cancillería e Imprenta. Sin este, no podrían realizar muchas gestiones necesarias.
En su carta de renuncia, Sarabia dice: “En los últimos días se han tomado decisiones que no comparto y que, por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar. No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar”.
Y agrega: “Mi renuncia es el resultado de una reflexión profunda, motivada por la responsabilidad que siento con mi conciencia, con el país y con la forma en que entiendo el ejercicio del poder público. Me retiro con la tranquilidad de haber entregado lo mejor de mí y con la certeza de que hay momentos en los que decir adiós es también una forma de cuidar”