Desde su casa-cárcel de Rionegro, Álvaro Uribe Vélez no puede ocultar su odio, y ahora acusa al presidente Gustavo Petro de instigar el asesinato del senador Miguel Uribe Turbay.
Un día antes, arremetió contra el expresidente Juan Manuel Santos Calderón, porque fue a la cámara ardiente del Senado a despedir a Uribe Turbay.
La grave acusación del exsenador, preso por condena en primera instancia por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal, las leyó el director del partido Centro Democrático (CD), Gabriel Jaime Vallejo, en el Senado.
Apartes del texto de Uribe son los siguientes:
“Sacrificaron el árbol fresco del jardín de la democracia. Dispusieron de la vida de un gran patriota, quien dedicó su juventud a amar a Colombia. Martirizaron su familia. Eliminaron al gran esposo, al gran padre, al gran hermano, al gran hijo. Nos quitaron al joven estudioso, de carácter firme, de crítica argumentativa, de proposición soportada en razones. Nosotros no decimos quién tiene derecho a vivir.
“Confrontar al crimen no necesita un acuerdo nacional. Basta con la Constitución, que fue fruto de un gran acuerdo nacional. Creemos en la razón, en su exposición, pero no en la sinrazón de la violencia, ni en las arengas que la estimulan, que con rabia todo lo inculpan al pasado y siembran y atizan resentimiento con la narrativa que distorsiona la historia o inventan lo que no sucedió.
“Necesitamos que los órganos de inteligencia de países amigos como Estados Unidos, Reino Unido e Israel ayuden a la inteligencia militar y policiva, a los jueces y fiscales a esclarecer este magnicidio. Esclarecer la autoría intelectual de este crimen es una necesidad que no nos devolverá a Miguel, pero ayudará a aterrar al delincuente.
Este magnicidio —a juicio de Uribe— “no puede quedar simplemente con los autores materiales, como hasta ahora se ha pretendido que quede el magnicidio del doctor Álvaro Gómez Hurtado. Asesinaron a Miguel, que ejercía la oposición crítica y razonada, con la instigación de la venganza inducida por el presidente de la República, que encontró como muletilla acusar de asesino y torturador al expresidente Turbay, abuelo de nuestro mártir. En su señalamiento rabioso, el presidente de la República quiso ignorar la contribución que al proceso de paz con el M-19 dieron el expresidente Turbay y Diana, la madre de Miguel, asesinada por el narcoterrorismo.
“En la historia del magnicidio de nuestra patria ha habido odios políticos y acciones criminales, pero estamos ante el caso excepcional del discurso presidencial, instigador. La instigación presidencial ha resonado en los oídos de los terroristas que responden con la advertencia de que continuará la desaparición de la oposición. El mundo debe saber que es inaceptable la tesis socorrida del régimen de recordar el genocidio contra la Unión Patriótica para tapar este magnicidio y los desafíos amenazantes sobre la oposición”.
Recordó que ningún presidente de Colombia “fue instigador contra la Unión Patriótica”.
“El mundo debe saber que Miguel era un ejemplo de oposición democrática leal. Él, como nuestro partido y las fuerzas democráticas de Colombia, nunca apeló a la combinación de las formas de lucha, a diferencia de algunos miembros de la Unión Patriótica que promovían el secuestro, participaban de órdenes de asesinato, pero se sentían con derecho a imponerse sobre la democracia. Sus epígonos actuales son permisivos, incluso promotores de la droga y de otras fuentes de financiación del crimen, que Miguel combatió con ejemplar valor civil”.
“Miguel estaba espiritualmente preparado para ejercer la Presidencia de la República con decoro, con nobleza en la acción y en la palabra. También con la firmeza necesaria para desarticular el crimen y para impedirle al presidente Petro llevar a cabo la amenaza que anticipa de bloquear al próximo gobierno con la anarquía de destrucción que usó en 2019 y en 2021.
“Quisiera interpretar el pensamiento de Miguel sobre este peligroso episodio del modo siguiente: el presidente Petro pone a nuestras Fuerzas Armadas a correr el riesgo de defender la tiranía narcocomunista de Nicolás Maduro, que puede ser objetivo de la acción armada de Estados Unidos. Y ya que se habla de ejércitos hermanos, es muy importante que el ejército de Venezuela no corra ese riesgo y saque definitivamente a Maduro. Que nuestras Fuerzas Armadas hagan una reflexión para no participar en ese riesgo. Esa área ya le ha abierto corredores al ELN para ingresar a puntos al interior del país donde no habían podido llegar”.
“Miguel Uribe dio ejemplo que la política obliga a aprender, a mejorar, a controlar emociones. A ser franco pero también cuidadoso con el uso de la palabra”, manifestó el expresidente.
“Las campanas que anuncian su prematura partida también son las dianas que nos convocan para dar las batallas que él libraba”.