La Paz (Agencias)
La mayor parte de la izquierda boliviana, que respalda al expresidente Evo Morales, 65, por un lado, y al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, 36, por otro, alista movilizaciones de respaldo a los dos políticos, excluidos como candidatos de las próximas elecciones presidenciales.
Morales iba a ser inscrito por un minúsculo partido que perdió su personería jurídica, pues el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que fundó, está controlado ahora por el Gobierno.
“Ha habido una persecución a los partidos que quieren ir conmigo, pero a batalla no está perdida, vamos a dar batalla social y batalla legal”, advirtió el expresidente. “Vamos a ir a las movilizaciones”.
Morales no ha aparecido en público desde octubre, cuando fue acusado de abuso sexual a una niña de 14 años y sometido a proceso penal.
Su delegada Wilma Alanoca acudió al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para intentar inscribir la candidatura del exmandatario, pero ni siquiera logró entrar al edificio.
Morales insiste en ser candidato, a pesar de un fallo constitucional que lo impide. Fue presiente entre 2006 y 2019, y culpó a su heredero y sucesor, el presidente Luis Alberto Arce Catacora, 62, de un complot judicial para sacarlo de la carrera electoral.
Con lo ocurrido, Morales queda prácticamente fuera de los comicios presidenciales de Bolivia
Las autoridades habían advertido que podrían detener a Morales si abandonaba la localidad del Chapare, la región cocalera del centro del país en la que se ha recluido desde que la fiscalía ordenó su arresto por negarse a declarar sobre el presunto abuso de una menor cuando era presidente.
Arce renunció a la relección tras una fuerte caída en su popularidad en medio de la crisis económica que golpea al país, la peor en 40 años, y declinó a favor de su exministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, 36, ya registrado como candidato por el MAS, que ha gobernado por dos décadas.
El vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi, ratificó que Morales “está fuera de esta contienda electoral”, y Francisco Vargas, otro vocal, explicó que el expresidente podría apelar ante el Tribunal Constitucional, pero sus magistrados anunciaron hace unos días que no darían curso a acciones jurídicas que retrasen los comicios.
Vargas alertó desde su cuenta de X que “se está poniendo en riesgo el sistema democrático mediante la aplicación de acciones legales que pretenden afectar el normal desarrollo de las elecciones, pretendiendo subordinar las competencias y decisiones del TSE”.
Por su parte, Arce pidió que “la disputa electoral no genere inestabilidad política y económica” y convocó a los órganos del Estado a actuar en cumplimiento de sus funciones constitucionales con plena independencia. En un mensaje en X, denunció que también hay intenciones de afectar al partido gobernante por parte de otras organizaciones políticas “con la presentación de denuncias al régimen electoral y acciones constitucionales”.
La lucha entre Morales y Arce llevó a que tras 19 años de gobierno por primera vez el MAS no es favorito para ganar los comicios.
Por ello, Morales, líder cocalero de toda la vida, hizo un llamado a un “gran reencuentro nacional” a “quienes que creen en una Bolivia con justicia social, con participación amplia y sincera, a retomar el camino del diálogo democrático y a defender, juntos, el Proceso de Cambio que nació del pueblo y para el pueblo”.
El llamado de unidad podría estar dirigido a Rodríguez, un líder cocalero con un diplomado en Ciencias Políticas que quiere postularse a presidente de Bolivia por una agrupación disidente del oficialismo. Era cercano a Morales, pero se ha distanciado de él.
Su candidatura, no obstante, quedó en suspenso, ya que alianza política por la que se presentó tiene pendientes problemas legales.
Rodríguez dijo en X que “ninguna sentencia ni resolución judicial promovida por intereses políticos puede imponerse sobre la voluntad soberana del pueblo”.
En un tono similar, la delegada de Morales denunció que se estaban conculcando los derechos de participación política de Morales “de manera tramposa” al no permitirle el acceso a ella a la sede del TSE.
El Partido Acción Nacional Boliviano (PanBol), con el que quería presentarse la candidatura, tiene su personería cancelada por no haber alcanzado el 3% de votos del total en los pasados comicios que requiere la ley.