Austin, Tx (Agencias)
Con el antivacunas Robert F. Kennedy como secretario (ministro) de Salud, Estados Unidos corre el riesgo de que un brote de sarampión que ya mató a dos niños se convierta en una epidemia que cause muchos problemas sanitarios.
El sarampión es una enfermedad prácticamente erradicada en el mundo, incluidos los países más pobres, pero la postura antivacunas de Kennedy puede estar influyendo para que estados Unidos, al menos en este aspecto, esté quedando atrás incluso de muchos países de los más pobres del planeta.
Aunque el foco está localizado en Texas, estado habitado por millones de inmigrantes hispanos, en su mayoría mexicanos, otros estados vecinos, como Nuevo México y Oklahoma, hacen esfuerzos por evitar que el sarampión, del que ya se registran más de 500 casos en las últimas tres semanas, se con vierta en un problema de características insospechadas.
La víctima más reciente fue una niña no vacunada que falleció en un hospital de Lubbock, el mayor centro algodonero mundial.
Kennedy asistió el domingo al funeral de la niña de 8 años, cuyo deceso puso en duda la capacidad del funcionario para manejar una crisis de salud pública.
Hace pocas semanas murió un niño en la misma región de Texas.
La niña falleció por una insuficiencia pulmonar causada por el sarampión. El hospital, perteneciente al Sistema de Salud UMC, confirmó el fallecimiento el domingo e indicó que la niña no estaba vacunada ni tenía ninguna afección subyacente.
“Mi intención era venir aquí en silencio para consolar a las familias y estar con la comunidad en su momento de dolor”, dijo Kennedy en un mensaje publicado en X, anteriormente Twitter.
Otra persona no vacunada falleció en Nuevo México, tras dar positivo en la prueba de sarampión, aunque las autoridades no han confirmado que el sarampión fuera la causa de la muerte.
Desde que comenzó el brote a finales de enero, el oeste de Texas ha reportado 480 casos de sarampión y 56 hospitalizaciones. El brote también se ha propagado a los estados limítrofes, enfermando a 54 personas en Nuevo México y a 10 en Oklahoma.
Si el virus continúa propagándose a este ritmo, el país corre el riesgo de perder su estatus de eliminación del sarampión, una victoria duramente ganada en 2000. Los funcionarios de salud pública en el oeste de Texas dijeron que es probable que el brote persista durante jun año.
Poco después de la muerte del niño de ocho años, una figura de la comunidad antivacunas culpó de la muerte al hospital, que según él había "manejado médicamente de manera inadecuada" el caso.
Children's Health Defense, un grupo antivacunas que el Sr. Kennedy ayudó a establecer años antes de convertirse en secretario de salud, afirmó anteriormente que un "error médico" en un hospital diferente en Lubbock había provocado la primera muerte por sarampión en el estado.
Estas afirmaciones infundadas indignaron a los expertos, quienes enfatizaron que la vacuna MMR es extremadamente efectiva para prevenir las infecciones de sarampión y sus complicaciones.
“Estos no son errores médicos”, dijo el Dr. Michael Osterholm, epidemiólogo de la Universidad de Minnesota y exfuncionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos. “Esto se debe directamente a las voces antivacunas que han seguido difundiendo desinformación”.
Kennedy ha enfrentado fuertes críticas por su gestión del brote. Destacado escéptico de las vacunas, ha mostrado un apoyo muy moderado a la vacunación, y ha puesto el énfasis en tratamientos no probados contra el sarampión, como el aceite de hígado de bacalao.
Según los médicos de Texas, el respaldo de Kennedy a los tratamientos alternativos ha contribuido a que los pacientes retrasen la atención crítica e ingieran niveles tóxicos de vitamina A.
"Esta es una tragedia, una muerte absolutamente innecesaria", dijo el Dr. Peter Marks, quien fue el principal regulador de vacunas del país hasta que renunció hace cuatro días a la Administración de Alimentos y Medicamentos, en parte debido al manejo del brote de sarampión por parte del Sr. Kennedy.
“Hasta la fecha, la respuesta federal al brote actual de sarampión se ha centrado de manera inapropiada en alternativas que distraen y son ineficaces a la única prevención verdaderamente eficaz: la vacuna contra el sarampión”, dijo.
Los expertos también temen que las recientes decisiones de la administración Trump de desmantelar las salvaguardas internacionales de salud pública y retirar la financiación de los departamentos de salud locales contribuyan a que crezca la posibilidad de brotes grandes en el país.