Lo que hizo este jueves la Corte Suprema de Justicia fue un vulgar corte de franela.
Degolló de manera burda el sueño popular de evitar que la muy cuestionada Marta Janeth Mancera se convierta en Fiscal General de la Nación.
La corporación, que desde hace algún tiempo intenta sin resultados sobreponerse a gravísimos escándalos de corrupción, desperdició este jueves la oportunidad de reivindicarse y no quiso elegir a una de tres candidatas presidenciales para reemplazar al también corrupto fiscal Francisco Barbosa.
Miles de personas, que esperaron toda la mañana frente al Palacio de Justicia, a que la Corte eligiera, se sintieron burladas por la decisión de aplazar la elección 15 días más.
Así, dentro de cuatro días, cuando Barbosa deje el cargo, por vencimiento de su período de cuatro años, nombrará en su reemplazo a Mancera, a quien denuncias internas vinculan con narcotraficantes y contrabandistas de su natal Valle del Cauca.
Decepcionados, los manifestantes permanecieron alrededor del edificio de la Corte, y hasta casi entrada la noche impedían la salida de los magistrados, mientras un helicóptero policial hacía frecuentes sobrepasos intimidatorios.
Los gritos de corruptos, narcomagistrados, y cómplices de la mafia se alternaban con otros de apoyo al presidente Gustavo Petro, objeto de persecución política por Barbosa y por la procuradora general, Margarita Leonor Cabello Blanco, conchabados con sectores de la ultraderecha opositora que lidera el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Los manifestantes, en una considerable mayoría viejos, hicieron sonar pitos, vuvuzelas y tambores, en una jornada que debió avergonzar a la Corte y a los opositores del Gobierno, y llenar de beneplácito a Petro y sus partidarios.
El ruido se escuchaba a varias cuadras a la redonda de la histórica Plaza de Bolívar, en el corazón de Bogotá.
Sin líderes visibles, la manifestación hizo permanente hincapié en la necesidad de mantener la jornada lejos de la violencia.
Sin embargo, un comnunicado de la Corte a media tarde, habló de falta de garantías para cumplir con sus funciones.
En la mañana, luego de la frustrada elección, otro comunicado dijo que la sesión se había cumplido en completa normalidad.
La queja de los magistrados surgió cuando, hacia el medio día, quisieron terminar su jornada de trabajo, para comenzar desde el jueves el descanso de fin se semana.