Francisco Roberto Barbosa Delgado, el corrupto y torcido ex Fiscal General de la Nación, es una obscena e infame paradoja andante.
Después de su tormentoso paso por la Fiscalía, el muy hipócrita ahora está dedicado a sentar cátedra de rectitud y de buenas maneras.
A raíz de la denuncia en RCTV de la fiscal Angélica Monsalve en relación con la posible presencia del software espía Pegasus en una dependencia de la Fiscalía, donde al parecer lo instaló la pasada administración, Barbosa declaró, con la seriedad que nunca ha tenido, que “no es aceptable que en una democracia, los medios de comunicación, cuya financiación se desprende de los recursos públicos, se presten para aseverar informaciones falsas que afecten la dignidad de una persona y con ello atacar y pretender debilitar las instituciones".
Lo aceptable es que, mientras fue fiscal, su jefa de comunicaciones, Paola Andrea Tovar Niño, gastara 508 millones de pesos en viáticos en solo tres años, 330 de esos millones en viajes internacionales.
Durante su paso por la Fiscalía, el impoluto Barbosa se gastó 109 000 millones de pesos en viáticos. Eso es ponderación, buenas maneras.
Lo correcto, para Barbosa, es gastarse 181 millones de pesos del pueblo en 5,500 ejemplares de un libro que ordenó escribir sobre él y su gestión, con profusión de fotos suyas.
Lo recto para él es disponer de 51,888 millones de pesos de los gastos reservados, casi tres veces más de lo utilizado por su antecesor, y negarse a entregar cuentas a la Contraloría, con el argumento de que la información estaba protegida por ”seguridad nacional”, y que su fuero como fiscal impedía investigarlo. Tan importante él para el mundo…
Pero, el pulcro y ético Barbosa buscaba, en verdad, que Colombia no pudiera enterarse de que, con recursos del Estado, blindó su casa y le hizo mejoras.
Lo honrado es tomar dinero del Estado para instalar placas conmemorativas para destacar su gestión, en diversas dependencias y seccionales, y hasta en unos baños que le construyeron a la Fiscalía de Tunja. Tan probo, el exfiscal
Según el portal La Silla Vacía, dijo al respecto: “Por ejemplo, en la Fiscalía regional de Tunja, pusieron una placa que decía: “Durante la administración del Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, se gestionó y adecuó esta sede”. Sin embargo, la sede ya existía hace años, y la adecuación consistió en arreglar las baterías sanitarias y reforzar unas vigas”.
También se refirió al caso de la Fiscalía en La Plata (Huila) en la que se atribuyó a Barbosa “gestionar y poner en funcionamiento la sede”. Pero según trabajadores, esa gestión consistió solamente en trasladar la sede de un lugar a otro.
Lo curioso de todo esto es que Barbosa siga impune, que nadie lo investigue, que nadie lo juzgue, que nadie le pida cuentas con el Código Penal en la mano.
Esa impunidad se extiende a lo que hizo en Cartagena cuando, en el colmo de la generosidad con la plata del pueblo, invitó a 22 fiscales de los países de Iberoamérica, con todo pago, para que lo eligieran presidente de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos.
Para ese acto, Barbosa les pagó a esos fiscales y a otros de menor nivel, pasajes desde sus países, hoteles de lujo, alimentación, servicio de escoltas, incluidas 100 camionetas blindadas que ordenó trasladar desde Bogotá y regresarlas, con pagos de conductores, viáticos, gastos de combustible, peajes y mantenimiento. Además, unos 200 escoltas con todo pago.
Y remató con una rumba por todo lo alto en una de las discotecas más lujosas de Cartagena.
Para Barbosa está mal que los medios del Estado se refieran a todo lo incorrecto, obsceno y corrupto que hizo durante su paso por la Fiscalía.
Lo correcto, para él, es, por ejemplo, poner escoltas y carros pagados con el dinero del estado a sacar sus perros a pasear y mear, o disponer de empleadas de la Fiscalía para que lo atiendan en su casa privada, o permitir que su mujer, Walfa Téllez, entre y salga de la sede de la Fiscalía incluso cuando, como en la noche, está fuera de servicio, y que ella saque maletas con elementos que estaban en resguardo.
Lo bueno para Barbosa es mentir respecto de los resultados de su gestión que, según él, ha sido inimitable.
De acuerdo con él, no está bien que se diga que, según la Corporación Excelencia en la Justicia, la Fiscalía de Barbosa perdió seis de cada 10 casos llevados ante los jueces.
Tamboco se debería decir que Organizaciones como Indepaz y Human Rights Watch denunciaron que la impunidad en los casos de asesinatos de firmantes de paz asciende al 95%, ya que de un universo de más de 400 víctimas, solamente en 43 casos ha habido sanción penal.
Está mal para el exfiscal que la Comunidad Eurpea haya denunciado la actitud negacionista y la inoperancia de la Fiscalía de Barbosa frente a responsabilidad del paramilitarismo en el asesinato de población civil,
Mucho menos, que medios como Cambio y Revista Raya han puesto en evidencia presuntas operaciones de encubrimiento al interior de la entidad para proteger a funcionarios acusados de pertenecer a estructuras del narcotráfico,
Para él, como el funcionario mejor preparado de Colombia, está mal que el Gobierno defienda su gestión, pero está bien que él convoque ilegalmente a todos los partidos y dirigentes políticos para que realicen oposición política o se declaren en independencia, en evidente evidente intervención en política.