Maduros e inmaduros dirigentes del partido Alianza Verde (AV) adoptaron un tigre y creyeron haberlo domesticado, si no matado.
Pero, hoy, en apariencia líderes, pero, en cierto modo, aculillados, temen que la piel de ese tigre se los puede comer vivos a todos.
Y, todo parece indicarlo así, no estén faltos de razón: saben muy bien de lo que puede hacer el animal que ha convivido con ellos en los últimos meses.
Como en la vieja canción, conocen a Claudia y no solo por el modo de caminar, sino por sus volteretas, trapisondas y malabares a las que acude con más frecuencia de la esperada, para sobrevivir en el maremágnum político colombiano.
A sus 55 años, Claudia Nayibe López Hernández ha demostrado que tiene suficientes pantalones para enfrentarse a quien sea. No importa que para mantenerse deba apuñalarlos a todos por la espalda.
Por ahora, aspira a la presidencia de Colombia, razón suficiente para que ella, y su esposa de 48 años, Angélica Lizbeth Lozano Correa, consideren que el fin justifica los medios a los que deban recurrir.
Dividir la (AV) es uno de esos medios.
Hace algo más de dos meses, Lozano pidió separarse de AV, mediante solicitud formal respaldada por otros cinco dirigentes del partido: Catherine Juvinao Clavijo, Luvi Katherine Miranda Peña, Carolina Giraldo Botero, Cristian Danilo Avendaño Fino y Alejandro García Ríos.
Aunque al comienzo hubo cierto consentimiento, poco a poco el malestar surgió. Una reunión para decidir que los seis se fueran, se aplazó hasta el lunes 31 de marzo.
Pero, el paso de los días, llevó a que la muy ambiciosa Miranda y García, presentaron su propia solicitud de escisión.
Los apoyó el escandaloso e inefable Jonathan Ferney Pulido (conocido como Jota Pe Hernández).
Con dos peticiones sobre la mesa, los copresidentes del partido, Antonio José Navarro Wolff y Rodrigo Romero Hernández, decidieron, entonces, aplazar aún más y de manera indefinida, la reunión decisoria del 31.
Según la Dirección Nacional, el hecho de tener dos solicitudes de escisión sobre la mesa hace que no haya claridad sobre las competencias jurídicas para el trámite, por lo que se procederá a un estudio.
"Ante la presentación de dos solicitudes de escisión, se requiere tener claridad sobre las competencias jurídicas (legales y estatutarias) para que la Dirección Nacional se ocupe de ese trámite, en el entendido que ante esta nueva realidad no existen las condiciones para tomar decisiones, pues debe entenderse que a más de una solicitud de escisión el partido debe garantizar el trámite y reconocimiento de los derechos de toda la militancia, así como los de los solicitantes de las diferentes propuestas de escisión", dice el comunicado.
Se requiere tener claridad sobre las competencias jurídicas (legales y estatutarias) para que la Dirección Nacional se ocupe de ese trámite, dijo la Dirección Nacional.
Pero, realmente, lo que hay detrás es el miedo, ya grande, de que una vez aprobada la ida, tanto por la Dirección Nacional de la AV como por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el partido termine bajo la influencia de la exalcaldesa López, a través de Lozano, cuyas prácticas no son, precisamente, tranquilizadoras.