El expresidente Álvaro Uribe Vélez defendió con energía la criminal actuación de la Fuerza Pública durante la siniestra Operación Orión que en 2002 dejó centenares de desaparecidos y ejecutados extrajudicialmente en la Comuna 13 de Medellín.
Entonces, Uribe recién había asumido la presidencia de Colombia y, por lo tanto, la jefatura de las Fuerzas Armadas.
En la operación participaron centenares de soldados, policías y miembros de fuerzas especiales, apoyados por grupos de paramilitares ilegales, todos bajo la coordinación del general Mario Montoya Uribe, comandante de la VI Brigada del Ejército.