Por Dr. Polito
Hay dos deportes de moda en la política colombiana de estos días, y ambos son realmente divertidos.
Uno, practicado por la derecha, consistente en sacarle el culo a Rodolfo Hernández y preguntar quién es, y otro, por el resto de colombianos, para ver quién es el próximo que lo niega, y qué barbaridades dice de su excandidato presidencial.
Es parte de la infame actitud de la derecha (y ahí caben todos los partidos, tradicionales o no, que consideran al ultracorrupto Álvaro Uribe Vélez como el sanctasanctórum de la ética en general), de respaldar a quien sea, con tal de detener a las fuerzas progresistas colombianas.
El agravante es que está solo. Íngrimo. Como deben terminar los que roban o pretenden robar el dinero del pueblo. Bueno, no... No está solo. Lo dejaron solo. Lo abandonaron como mueble viejo y roto. Así son ellos: inmisericordes, cobardes, mala gente. Todos.